
¿Qué quieren los niños y no pueden hacer normalmente? La libertad de aplastar, salpicar, pintar y hacer un desorden impunemente. Si has visto la mirada de pura felicidad en la cara de un niño de 6 años chapoteando en un charco, sabrás que un poco de desorden puede darles mucha alegría.
Lo cierto es que mojarse o mancharse un poco es también un componente del desarrollo saludable de las emociones y del sistema nervioso de los niños. Todos sus sentidos se activan en este tipo de actividades.
Pero la mayoría de los niños se ven privados de la oportunidad de explorar nuevas texturas y sensaciones. En la mayoría de los casos lo único que tocan durante el día son botones y pantallas. Ya te hemos hablado previamente de la importancia de desconectarse de las pantallas.
Te presentamos algunas actividades algo desordenadas que son sensorialmente muy emocionantes para el pequeño. Además, hemos incluido trucos de limpieza para cuando se acabe la diversión.
Salpicaduras de pintura
Para la primera de nuestras actividades algo desordenadas necesitaremos una tela grande, o una caja de cartón en su defecto, previamente desarmada y abierta. También algunas pinturas al temple lavables, de preferencia las que vienen en tubos flexibles, así como un papel de gran formato.
Tu pequeño usará lo que quiera para esparcir las pinturas, pero te recomendamos que tengas a mano motitas del algodón y cucharas de madera. Coloca la tela, preferiblemente al aire libre, y apoya el papel sobre ella.
Pásale una cuchara de madera, ponle pintura y deja que la use para crear un diseño salpicado, arremolinado o simplemente una locura. Experimenta con capas de colores, cambiando el método y variando la cantidad de pintura.
Para limpiarlo, usa agua con una esponja. Los niños inevitablemente chapotearán, se lavarán las manos, se pasarán la esponja por los brazos y enjuagarán las cucharas. Por eso es tan recomendable hacerlo como una actividad al aire libre.
Pulpa de papel prensada (Papel maché)

Necesitarás papel para reciclar, preferiblemente que no esté muy manchado con tintas. También un tazón grande, una batidora, cortadores de galletas y una pantalla anti mosquitos para ventanas con su marco.
Deja que el pequeño se dedique a romper un montón de papeles en trozos. Cuando tengas unas 4 tazas, añade los trozos de papel al tazón grande, cúbrelos con agua y remójalos durante una hora. Un adulto debe usar la batidora para formar un lodo húmedo, pero no líquido.
Usa la pantalla anti mosquitos para extender y drenar la pulpa de papel. Cuando tenga un grosor uniforme deja que el pequeño use el cortador de galletas para crear diferentes formas. Debes dejarlas secar por un día antes de que se endurezcan.
Para añadir una hermosa sorpresa te sugiero que busques algunas semillas y pétalos de flores silvestres. Añádelas a la pulpa antes de extenderla. Así, cuando siembres estos objetos, las flores germinarán. Esta será una gran forma de introducir a los niños en la jardinería.
Luego de estas actividades algo desordenadas siempre toca limpiar. Afortunadamente la pulpa de papel se limpia fácilmente con agua.
Sorpresas dentro de la espuma
Sumergirse en una nube de espuma esponjosa es una forma estupenda de experimentar una textura nueva y divertida. Necesitarás un surtido de juguetes pequeños que se puedan sumergir, un cubo de plástico y varios botes de espuma de afeitar sin fragancia.
Coloca los juguetes en la papelera y echa el contenido de los botes de espuma de afeitar por encima. Envía a tu hijo a una misión de búsqueda y rescate. Si utiliza letras, pídales que pesquen hasta que saquen su nombre.
O pídeles que encuentren un juguete específico. A menudo, los niños empiezan a disfrutar de la textura y quieren sentarse en la crema de afeitar o extenderla por su cuerpo. De eso se trata, así que anímalo.
Para limpiar el desorden es mejor mantenerse en el juego. Saca la manguera y haz que tu hijo bañe a los juguetes y a sí mismo. Espero que disfrutes de alguna de estas actividades algo desordenadas que le encantarán a tu pequeño.