Los introvertidos podemos ser algo incómodos para muchas personas, pero eso no significa que no debamos organizar fiestas, tanto para nosotros como para los demás. Yo soy introvertida y tengo varias semanas organizando un Baby Shower para mi hermana.
También organizo una fiesta navideña todos los años (menos al anterior), los cumpleaños de mis niños y hasta una boda para mis amigos. Así que me encanta organizar fiestas, pero también soy introvertida.
Suelo señalarle a mi esposo extrovertido, para desafiar sus propias creencias al respecto, que los introvertidos no odian a la gente. Bueno, puede que si a algunas, pero no tiene nada que ver con que sea introvertida.
No somos ermitaños, solo tendemos a encontrar las situaciones sociales estresantes y agotadoras. Si socializar es tan difícil, ¿por qué los introvertidos deberían organizar fiestas? He aquí algunas buenas razones.
Tu fiesta, tus reglas.
Ciertas reuniones sociales son más abrumadoras que otras, pero si tú eres el anfitrión puedes crear una situación que te mantenga a gusto. Incluso cuando organizas una fiesta para otra persona es posible adaptar la celebración para mantener a raya tu ansiedad como organizador.
¿No te gustan los grupos grandes? Haz que la lista de invitados sea pequeña. ¿No quieres lidiar con los niños en una fiesta infantil? Contrata asistencia y animadores. ¿Odias las charlas poco estructuradas en un Baby Shower? Organiza las actividades para mantenerlos ocupados.
Los introvertidos deberían organizar fiestas porque a través de ellas pueden aprender que tienen cierto grado de control en las situaciones sociales. Al menos mientras dure la fiesta.
La gente te buscará
Lo que más temo de las fiestas, sobre todo si estoy sola, es tener que encontrar a alguien con quien hablar. Acercarse a un grupo que está hablando alegremente entre ellos es aterrador.
Como anfitrión esto es menos problemático porque la gente querrá hablar contigo. Querrán saludarte cuando lleguen, despedirse antes de irse y en medio te preguntarán por la comida o te felicitarán por las ideas de decoración que ven en la fiesta.
Organizar una fiesta te mantiene ocupado
Si hay una pausa incómoda en la que la gente no te busca o simplemente necesitas un descanso de la charla, siempre hay algo que hacer. Comprobar los postres, verificar la limpieza del baño, las bebidas.
Un anfitrión tiene muchas razones legítimas para alejarse del bullicio de la fiesta durante unos momentos. Sólo hay que evitar pasar más tiempo en la cocina que con los invitados. Eso es ser un proveedor, no un anfitrión, y es un error que he cometido muchas veces.
Puedes rodearte de personas queridas, y otras razones
Conocer a extraños puede ser estresante para los introvertidos, pero muchos de nosotros podemos ser bastante extrovertidos cuando estamos rodeados de amigos. Cuando organizas una fiesta puedes rodearte de gente que te hace sentir cómodo.
Los introvertidos deberían organizar fiestas porque son una forma estupenda de socializar, de convertir a los desconocidos en conocidos, y a los conocidos en amigos. Además, ser anfitrión tiene otras ventajas, que son extensibles tanto para introvertidos y extrovertidos.
Si organizas la fiesta en casa, entonces te obligarás a mantenerla limpia y ordenada. Otra razón es que me encantan las sobras de la fiesta, y tengo toda la intención de sobrevivir a base de queso brie y galletas durante varios días.
Tanto si eres introvertido como si eres extrovertido, dedícale tiempo a estas fiestas para disfrutar de la compañía de amigos y familiares. Es en verdad divertido. Puedes revisar también cómo organizar una fiesta para un niño introvertido.
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