
El año pasado, a medida que el invierno y las fiestas se acercaban, los casos de COVID-19 seguían aumentando. Como consecuencia comenzamos el año con muchas restricciones a la movilidad que se suman a las inclemencias climáticas para tenernos encerrados en casa.
Sobre el encierro, ya hemos estado ahí. Cuando la primavera comenzaba a mostrar sus días más luminosos y espléndidos, nos pidieron (por decir una palabra suave) que nos quedáramos encerrados. Así que muchas lecciones ya han sido aprendidas sobre no salir de nuestras casas.
Así que seguro ya sabes que para sobrevivir a un confinamiento con niños en casa lo importante es conseguir formas de mantenerlos ocupados. Aquí hay consejos prácticos para que la cuarentena en el interior de tu casa no te robe la paz mental ni la felicidad.
Hacer que cada día sea diferente
Hemos aprendido que cuando no puedes distinguir un día de otro, pareciera que el tiempo se alargara aún más. Así que, al principio de este confinamiento con niños, me fijé una meta para que cada día fuera diferente del anterior.
Diariamente estoy planificando al menos una actividad para distinguir ese día de los demás. Un día hacemos una fiesta de baile, al otro organizamos una búsqueda del tesoro en casa o les enseño habilidades para que me puedan ayudar en la cocina.
Incluso planificar una sola actividad al día nos daba un propósito, nos permitía anticipar algo divertido, y hacía que cada día se sintiera distinto.
Salir al exterior tanto como sea posible (y seguro)

Durante los meses de verano tratamos de salir al exterior tanto como la temperatura lo permitía. Un par de veces hicimos una excursión urbana al amanecer para mantenernos activos y saludables y los fines de semana conducíamos a un parque para caminar.
Ahora en invierno hemos tenido una excusa para salir al exterior. La famosa borrasca Filomena nos dejó en el jardín medio metro de nieve en menos de un día, y permitió a los niños hacer todas esas actividades invernales que les gustan sin alejarse mucho de casa.
Realizar actividades al aire libre, manteniendo las medidas de seguridad, es una forma eficaz de ayudar a mi hijo a quemar su exceso de energía, mantenerlo saludable y estimular su imaginación.
Inscríbanse en clases virtuales
Las clases virtuales se han convertido en una escapada al aburrimiento invernal. Con los niños hemos aprendido a hacer malabares y cocina japonesa. No importa el tema, se trata de compartir una experiencia de aprendizaje en familia.
En un confinamiento con niños es agradable tener algo en el calendario para planear y anticipar. Mi cerebro también apreció la estimulación mental y las clases ampliaron dramáticamente los intereses de mi hijo. Además, ahora sé cómo hacer rolls de sushi.
Compartir videojuegos

Las viejas consolas de juego salieron del depósito durante estos primeros días del año. Mi hijo más pequeño aprendió a jugar a los bolos en el Wii Sports (no había nacido la última vez que lo jugué). También encontré mi vieja Atari y le mostré cómo se jugaba cuando yo tenía su edad.
Aunque no quería depender de los videojuegos para entretenerlo, fueron un buen descanso de los rompecabezas y las cartas. Los juegos de Wii mantuvieron a mi hijo en movimiento y los juegos de Atari me dieron la oportunidad de compartir algo de mi propia infancia.
Seamos creativos
En este confinamiento con niños hemos hecho muchas cosas juntos que no cabrían en este artículo. Por ejemplo, ayer hicimos un campamento en la sala, con una tienda de campaña (que les enseñé a armar) e intercambiamos historias de fantasmas a la luz de una linterna.
Hoy estamos pensando armar una pista para los coches de juguete usando los restos de embalaje de los regalos navideños. Cada día será un aventura nueva y especial. Comparte en los comentarios qué actividades has hecho con tus niños durante este confinamiento.