La celebración de la Primera Comunión de un niño es un evento familiar lleno de alegría. Como este sacramento lo reciben alrededor de los siete u ocho años, la celebración suele incluir miembros de la familia de todas las edades, así como amigos del niño.
Considerando además que la ceremonia religiosa se celebra normalmente por las mañanas, esto convierte a la fiesta (casi invariablemente) en una comida a medio camino entre el desayuno y el almuerzo, es decir, un brunch para Primera Comunión.
La palabra brunch es una contracción de las palabras en inglés breakfast y lunch, que significan desayuno y almuerzo, respectivamente. Se trata de una comida que se toma generalmente antes de las 2 de la tarde.
Si el grupo es muy grande, esta comida puede hacerse en un salón de fiestas o restaurante. Pero lo más frecuente en nuestra cultura es que los invitados se reúnan en la casa del niño. Acompáñame a revisar algunos consejos para planificar un brunch para Primera Comunión.
Preparando el escenario
Una de las mejores cosas de las celebraciones de Primera Comunión es la sencillez de la decoración. Los manteles y la vajilla deberían ser de color blanco, o a juego con el atuendo que el niño usará en la iglesia. Por lo general los colores base son el azul marino y el blanco.
Las flores pueden ser un simple arreglo blanco. De lo contrario, un arreglo floral primaveral muy colorido es igual de apropiado. Como la primera comunión de los niños generalmente se lleva a cabo a principios de la primavera, las decoraciones de esta temporada son apropiadas.
El pastel de primera comunión
Un gran pastel blanco decorado con símbolos apropiados como cruces, cálices o rosarios, con un mensaje de felicitación para el niño puede completar la decoración de la mesa principal.
Estos símbolos religiosos pueden ser usados como elementos decorativos por sí mismos. Muchas tiendas venden decoraciones de papel, muy económicas, con temas apropiados de un brunch para primera comunión.
Una tendencia actual de los pasteles de primera comunión es hacerlos con cupcakes (magdalenas). Se puede dar forma a los cupcakes para que parezcan una cruz u otro objeto sagrado.
Los cupcakes son más fáciles de servir para los invitados que un pastel normal, al no requerir ningún instrumento filoso para dividir, ni nada más que las manos para servirlos. Tu hijo y sus invitados pueden «cortar» el pastel simplemente tomando ellos mismos su cupcake.
Como la gente normalmente no tiene problemas para volver a buscar un segundo pastel, es menos probable que termine con la mitad de un pastel de hoja sin comer al final de su brunch. También puedes incluir una candy bar para disfrute de los niños invitados.
El menú de un brunch de Primera Comunión
Como todo en esta celebración, también en el menú se debe respirar cierta sencillez. Se trata de evitar platos complejos que requieran mucha complicación para servirse. Lo ideal es que la mayor parte de la comida sea tipo buffet.
Como parte del menú, puedes ofrecer una variedad de quiches, además de tartas saladas y dulces, pues son un puente perfecto entre el desayuno y la comida de la hora del almuerzo. Además, esto te permite ajustar fácilmente el buffet al tamaño de tu lista de invitados.
Recuerda que un brunch para primera comunión generalmente asisten muchos niños, por lo que debes estar preparado para algunos comensales quisquillosos con algunos bocadillos extras.
Si estás buscando ideas para organizar la Comunión de tu peque, te dejamos esta Guía que seguro puede ayudarte
