
Cuando tu pequeño se comporta bien en una fiesta y tiene buenos modales, otras personas querrán estar a su alrededor. Por eso las primeras fiestas de cumpleaños son eventos muy oportunos para enseñar a los niños no sólo la etiqueta de la fiesta, sino a convivir con los demás.
Ya sea que su hijo sea el anfitrión o el invitado, puedes enseñarle que comportarse bien en una fiesta puede ser divertido y útil. Puedes usar juegos de rol para ensayar la mayoría de los buenos modales que resumiremos en este artículo.
Ya hemos hablado previamente sobre la etiqueta a seguir con respecto a la comida en fiestas, pero en esta oportunidad nos centramos en lo que puede aprender tu pequeño al respetar los buenos modales y comportarse bien en una fiesta.
Enséñale a ser discreto
Si tu hijo es el anfitrión no siempre será posible invitar a todos los amigos, conocidos y compañeros de tu hijo a la fiesta. Así que habrá niños invitados y otros que no.
Esta es una ocasión propicia para enseñarle a ser discreto y evitar hablar de la fiesta delante de niños que no están invitados. Aunque sea algo difícil para niños en edad preescolar, esta es precisamente la edad para aprender lecciones que jamás olvidará.
Si tu hijo no se le invita a una fiesta, tienes una oportunidad de enseñarle a lidiar con la decepción. Explícale que se le va a invitar a la próxima fiesta. En cambio, si ha sido invitado, enséñele a tratar el asunto con la misma delicadeza que el anfitrión.
Enséñale a respetar los límites

Si es una fiesta en casa, indícale a tu hijo que hay zonas de la casa donde se permite la fiesta y que hay otras zonas a las que no debe acceder sin permiso. Esto es algo básico a la hora de comportarse bien en una fiesta.
Si tu pequeño necesita el baño instrúyele a que pregunte cuál es el baño de invitados a alguno de los anfitriones. En cambio, si la fiesta es en un lugar fuera de la casa, haz que tu hijo siga todas las reglas del establecimiento.
Enséñale a ser sociable
En caso de que tu hijo sea anfitrión es una buena ocasión para mostrarle cómo comportarse con los invitados. Por ejemplo, debería saludar a cada niño a medida que llega y jugar con todos para que nadie se sienta excluido. También debe despedirse de los invitados cuando la fiesta termine.
Si tu hijo es el invitado es importante que al llegar a la fiesta le haga saber al anfitrión que está ahí. Enséñale a evitar formar camarillas que excluyan a otros invitados de la fiesta. Cuando ya esté listo para irse debe despedirse apropiadamente del anfitrión.
Sobre los regalos

Este es uno de los puntos más críticos a la hora de comportarse bien en una fiesta. Como anfitrión deberías enseñarles a no esperar recibir regalos, y si los reciben deben agradecer sinceramente el detalle, incluso si es algo que tu hijo ya tiene o que no le gusta.
Es tendencia en muchos lugares la celebración de fiestas minimalistas sin regalos. Si este es el caso, debe estar especificado en la invitación del evento.
En cambio, si tu hijo es el invitado, es de buenos modales llevar algún presente, a menos que la invitación especifique lo contrario. No tiene que ser caro y puede ser hecho a mano. Considera la posibilidad de hacer una tarjeta para añadir al regalo con un mensaje sincero escrito por tu pequeño.
Enséñale a ser cortés
En la fiesta de tu pequeño debes enseñarle a agradecer a todos y cada uno de los invitados por venir y por traer un regalo, no importa cuán grande o pequeño sea. Enviar agradecimientos en una nota o mensaje es una buena costumbre.
Si tu pequeño es el invitado recuerda siempre confirmar la asistencia a la fiesta y ser puntuales. Si te das cuenta de que vas a llegar tarde, llama y díselo al anfitrión. Si tienes que cancelar, házselo saber al anfitrión lo antes posible para que pueda reorganizar sus planes si fuera necesario.
Comportarse bien en una fiesta y tener buenos modales en cualquier evento es algo que se irá convirtiendo en una ventaja creciente a medida que tu hijo se convierte en un adolescente y eventualmente en un adulto.
Aprovecha la oportunidad que brindan las fiestas de cumpleaños para enseñarle a su hijo las formas adecuadas de socializar y, con suerte, habrá más ocasiones especiales para celebrar con sus amigos a medida que crezca.