
La piel de tu pequeño puede ser suave y saludable la mayor parte del tiempo, y no requerir mayor cuidado. Pero de vez en cuando puede necesitar cuidados adicionales, especialmente en caso de climas extremos.
Al igual que seguro has notado el cambio de tu piel en invierno, las necesidades de cuidado de la piel de tu bebé o niño pequeño también cambian. El aire frío y seco y el duro viento invernal pueden resecar hasta las mejillas más suaves de un bebé.
Algunos niños tienen una predisposición natural a la sequedad, pero todos tienen una piel más fina y sensible que la de los adultos, lo que la hace más vulnerable a los cambios de clima.
¿No sabes qué hacer para cuidar la piel de los bebés en invierno? Existen muchas estrategias sencillas para el cuidado de la piel que ayudarán a devolverle a tu pequeño una piel suave y sedosa.
La piel del bebé durante el invierno
Durante el invierno la piel sufre por la escasa humedad del aire. Cuando elevamos la temperatura con la calefacción, también desciende la humedad relativa en el mismo. Esto significa que aumenta su capacidad para secar nuestra piel y mucosa.
No es raro que dentro de una casa bien caldeada y cómoda tengamos aire al 20% o 30% de humedad. Y entre más frío el exterior, más seco será el interior. Con esta baja humedad no es raro que sintamos los labios resecos o partidos y que se inicie o agrave la ‘comezón de invierno’.
Los bebés pueden tener una piel más delicada y sensible que los adultos. Esto puede hacerlos aún más propensos a la pérdida de humedad, lo que significa que su piel puede secarse rápidamente.
Para cuidar la piel de los bebés en invierno muchos padres instalan humidificadores cerca de la cuna. Estos elevan la humedad del aire que rodea al pequeño, y de esta manera puede prevenir la aparición de algunas de las siguientes señales preocupantes en la piel.
Labios agrietados
La sequedad de labios es un problema común en los bebés. Esto se suma a los labios irritados que sufren los bebés que babean mucho. La irritación hace que esta zona sea más propensa a agrietarse en un clima seco.
Utiliza un bálsamo suave o una barrita emoliente de manteca de cacao. En los bebés más pequeños o recién nacidos es más recomendable aplicar un poco de leche materna alrededor de los labios.
Mejillas sonrojadas

Esas encantadoras mejillas de bebé no solo son encantadoras, sino también una señal temprana de que el frío está comenzando a afectar su piel. Mantener las mejillas hidratadas antes y después de hacer cualquier actividad invernal en el exterior puede ayudar.
Es importante diferenciar las mejillas sonrojadas de una reacción inflamatoria como la dermatitis. Si observas cambios en la textura de la piel, o si sigue sonrojado después de estar en casa o sufre por la comezón en las mejillas, es importante consultar a un médico.
Piel seca y con picazón
La piel seca puede causar picores en todo el cuerpo. Pueden aparecer manchas rojas, irritadas y escamosas. Si tu bebé ya tiene la piel seca o una enfermedad de la piel como el eccema, deberá tener un cuidado especial para protegerla en clima frío.
No dudes en pedir consejo al médico de su hijo cuando sea necesario.
Consejos para proteger la piel del clima frío
Unos pocos pasos sencillos pueden ayudar a prevenir la piel seca y otras molestias de la piel.
Mantenga los baños cortos
Demasiado tiempo en la bañera, o el uso de jabones muy agresivos, puede eliminar los aceites naturales que mantienen a la piel hidratada. Recuerde que los bebés, especialmente los recién nacidos, no necesitan ser bañados todos los días.
Tres veces a la semana suele ser suficiente, y gran parte del baño puede centrarse en la zona del pañal.
Use jabones suaves

Es difícil resistir la tentación de los jabones de olor dulce o la promesa de una limpieza más limpia, pero un limpiador sin jabón y sin fragancia es lo mejor para cuidar la piel de los bebés en invierno y en cualquier otra época.
Uno de los mejores regalos para un recién nacido y su madre son jabones o geles suaves para limpiar su piel.
Mantenerlos hidratados
Los bebés no necesitan ningún líquido adicional más allá de la leche materna o la fórmula hasta que tienen entre 4 o 5 meses de edad. Para los niños pequeños, sin embargo, es importante que beban mucha agua.
Incluso si no está haciendo ninguna actividad física, el aire seco está constantemente robando humedad a través de su respiración y la piel. Así que procura que beban suficiente agua durante el día.
No excederse con la calefacción
Para combatir una ola de frío muchos padres se ven tentados en usar la calefacción hasta poder estar dentro como si fuera verano. Pero el aire sobrecalentado puede resecar la piel aún más.
Mantener la casa más templada, y abrigarse cuando sea necesario, es una mejor opción para cuidar la piel de los bebés en invierno. Utiliza humidificadores en las habitaciones, especialmente en la del bebé.