
Los niños que tienen problemas de confianza en sí mismos o tienen un estilo pasivo de interacción social pueden correr más riesgo de ser acosados. Afortunadamente, los padres pueden ayudarles a superarlo y aquí te explicamos cómo enseñarles a defenderse del acoso o “bullying”.
Una de las partes más desilusionantes de la crianza de los hijos es ver lo crueles que pueden ser los niños. Cuando esta crueldad se dirige a los nuestros, puede resultar francamente desgarrador.
Las interacciones con sus compañeros son importantes para el desarrollo social en general. Pero la pandemia, y la limitación de muchas interacciones sociales, han resultado un gran reto para socialización de los pequeños.
Tiempos difíciles para la socialización
Una consecuencia desafortunada de la vida de los niños durante la pandemia ha sido la pérdida de oportunidades para practicar las habilidades sociales normales.
Aunque la socialización virtual ha ayudado a muchos niños a mantenerse en contacto, en realidad no es lo mismo. Y los niños más pequeños parecen tener dificultades para reproducir las interacciones habituales.
Ten esto en cuenta cuando pienses en posibles medidas para abordar el problema. Cuando te sientas segura al hacerlo, busca oportunidades para que se reúna e interactúe en persona con niños de su edad.
Habla con tu pequeño sobre la amistad

Si tu pequeño te dice que sus amigos lo molestan, se burlan o incluso lo golpean, es importante que hables con él sobre la amistad. Dado que nuestros hijos pequeños todavía siguen dándole sentido a esa palabra, puedes ayudarle a entender qué significa ser un amigo.
Conozco a muchos niños, la mayoría en verdad, que no intimidan ni pegan a sus amigos. Un cambio de grupo de compañeros puede ser justo lo que necesita para reforzar su confianza, aprender lo que se siente al tener amigos de verdad y así defenderse del acoso.
Enséñale habilidades de asertividad
La primera línea de intervención para prevenir el acoso es enseñar a los niños habilidades de asertividad. Es importante distinguir entre asertividad y agresividad.
La asertividad significa defenderse, mientras que la agresividad es dirigir el daño verbal o físico hacia alguien. Los fundamentos de la asertividad incluyen enseñarlo lo siguiente:
- Decirle al niño que lo acosa que deje de hacerlo: «Deja de llamarme así».
- Expresar su necesidad con una declaración que contenga a su propia persona: «No me gusta que te burles de mí de esa manera».
- Si el mal comportamiento continúa, enséñale que lo mejor es alejarse.
La asertividad va más de su utilidad para prevenir o defenderse del acoso. Permite a los niños practicar más la expresión de ideas y necesidades en todas las situaciones sociales.
Es posible que tu hijo tenga que aprender a hablar en general, lo que le ayudará a tener más confianza en las interacciones más estresantes y negativas. Esto puede consistir en compartir sus ideas y opiniones, pedir lo que quiere y necesita, y decir «No» cuando no quiere hacer algo.
Protege la salud mental de tu pequeño

Si estas intervenciones no ayudan a tu pequeño a defenderse del acoso, o si crees que sería bueno que tu hijo tuviera aún más apoyo, podrías hacer que lo evaluara un profesional de la salud mental infantil.
Es poco común que los niños de corta edad estén deprimidos, pero es algo posible. Las interacciones negativas con los compañeros pueden contribuir a la baja autoestima de un niño, o que evite las interacciones sociales normales, resultando en un círculo vicioso perjudicial para su salud mental.
Si hay problemas de humor y de autoestima subyacentes a los problemas con los compañeros, es mejor tratarlos en terapia individual.