
Si tienes padrinos de bautizo, probablemente sabes lo importante que pueden ser los padrinos para un pequeño y su familia. Después de todo, en el modo en que lo entendemos en el Sur de Europa y en partes de Latinoamérica, los padrinos y madrinas son casi padres y madres.
Pero el papel de los padrinos ha cambiado considerablemente en la historia del cristianismo. De hecho, no hay ninguna mención de los padrinos en la Biblia. ¿Dónde se puede encontrar el origen de los padrinos de bautizo como una tradición cristiana?
El padrino de bautismo en el Bajo Imperio Romano
Cuando el cristianismo era una religión nueva, en los primeros tiempos del Imperio Romano, el papel de los padrinos era muy diferente al actual. En realidad, no se podía hablar de padrinos, pues solo se requería uno.
Los bautizados normalmente eran adultos que provenían de un entorno no cristiano. Dado que el cristianismo era una fe perseguida en esta época, una función importante del padrino era confirmar la integridad y la sinceridad del que buscaba ser bautizado.
De este modo se buscaba evitar la infiltración de los perseguidores en la comunidad de creyentes. El padrino actuaba luego como mentor y guía de la persona mientras desarrollaba su fe.
Los padrinos de bautismo a finales del Imperio Romano

Luego que el Imperio Romano adoptó oficialmente al cristianismo como su religión, fue menos importante que el padrino respondiera por la persona que buscaba ser bautizada. Pero seguía siendo importante guiar a la persona en el proceso de preparación.
Cuando el individuo que buscaba el bautismo era un adulto pagano (un no cristiano) la preparación para el bautismo y el bautizo era un curso completo de creencias y prácticas cristianas.
Pero el origen de los padrinos de bautizo podría ubicarse muy cerca del fin del Imperio Romano, pues en esta época se comenzó a introducir la costumbre de bautizar infantes.
A partir del siglo V, la tradición de los padrinos comenzaba a reglamentarse, con la prohibición de que padrinos y madrinas se casaran con sus ahijados o con los padres de los mismos.
El bautismo en la Alta Edad Media
Tras el fin del Imperio Romano, cada vez más personas en Europa se convirtieron al cristianismo. A principios de la Edad Media, el bautismo de adultos no cristianos se hizo cada vez más raro.
Al mismo tiempo, el bautismo infantil se convirtió en una tendencia dominante, ya que los padres cristianos querían bautizar a sus hijos pequeños. Además, nació la práctica de tener dos padrinos, un hombre y una mujer.
El origen de los padrinos de bautizo en esta forma también nos trajo las palabras comadre y compadre. Ambas vienen de los términos en latín commater y compater respectivamente.
El origen de los padrinos de bautizo tal como los conocemos

Antes de la Reforma Protestante el papel y la función de los padrinos se había estabilizado y estaba bien reglamentado. Eran elegidos por los padres del niño que iba a ser bautizado, y hablaban en nombre del bautizado durante la ceremonia.
Se esperaba que los padrinos de bautizo ayudaran a proporcionar una educación cristiana al niño, especialmente si los padres estaban ausentes o descuidaban sus obligaciones.
La institución católica del padrinazgo sobrevivió a la Reforma sin grandes cambios, al igual que en la mayoría de las iglesias protestantes y ortodoxas.
En el caso del rito católico un padrino o madrina debe ser una persona de al menos dieciséis años de edad, confirmado y que haya recibido la Eucaristía. También se requiere que no esté bajo ninguna pena canónica, y no puede ser el padre del niño.
Ahora existen bautizos no religiosos, que son ceremonias civiles sin liturgia, por lo que es posible tener padrinos sin bautizo.