Bautizar a nuestro pequeño pareciera ser una decisión implícita y que además no necesita ningún tipo de cuestionamiento. ¿Es simple no? Si pertenecemos a una religión lo más obvio sería bautizarlo ¿Verdad? Pues no siempre la respuesta es afirmativa y tan ligera de tomar, ya que existen aspectos de nuestra vida cotidiana que pareciera nos empujará a tomar esta decisión, es por eso que en este artículo trataremos de tomar el camino que más se adapte a lo que queremos para nuestra familia y nuestro pequeño. ¿Te animas?
Una nueva familia, una nueva vida
Con la globalización que hoy día es tan común en todos los países, no es descabellado pensar que las nuevas familias que se están conformando son multiculturales y pluri-religiosas. Este podría ser el primer punto de inflexión para decidir si bautizar o no a nuestro hijo. Por eso lo primero que debemos hacer es sentarnos con nuestra pareja y establecer cuál religión será la que guíe la crianza del pequeño, o si dejaremos que cuando esté más grande decida por sí sólo a que religión adherirse.
Tradición familiar vs ser practicante de la religión
Es posible que las tradiciones familiares en tu familia, o la de tu pareja, tengan un peso importante en la toma de decisiones. Es probable que tomar esta decisión sea solo un mero impulso para cumplir con una tradición y evitar conflictos familiares. Pero también es posible, que estemos tomando esta decisión porque somos practicantes regulares de nuestra religión, por lo cual la imposición sacramental del bautismo es fundamental para nosotros. Ambas razones son válidas y entendibles.
Por celebrar el nacimiento de nuestro hijo/a
Los bautizos para algunas familias se han convertido en la celebración de nacimiento, más allá del valor espiritual que tiene este rito. Se aprovecha la oportunidad para congregar a la familia y amigos y así presentar a nuestra descendencia ante todos los presentes. Sin embargo ten presente que no es necesario valerse de una connotación religiosa/espiritual para hacer esta presentación.
Gastos de dinero y tiempo
Si sientes que debes realizar toda una reunión apoteósica y ostentosa para celebrar el bautizo, es mejor que no lo hagas. El bautismo es un sacramento espiritual, y lo fundamental es la ceremonia eclesiástica que se hace para celebrarlo. No debes hacerlo solo por gastar el dinero y porque tu pequeño luzca prendas hermosas. Recuerda, escoger bautizar a tu pequeño debe ser por un sentir de Fe.
Es importante que al decidir realizar esta celebración, no te dejes presionar o manipular por terceros, aunque sean familiares importantes para ti como padres y abuelos. Debe ser una decisión tomada desde el nuevo seno familiar, que has conformado junto a tu pareja. Desde ahora son ustedes quienes marcarán las nuevas normas y lineamientos que quieren para su vida y la de sus hijos.
La comunicación es fundamental, ya que ustedes serán la base para la buena formación espiritual de tus pequeños hijos/as. La decisión debería tomarse, porque sencillamente vives el sacramento del bautismo como muestra de Fe y fortalecimiento de la espiritualidad. Lo social es secundario, así como el cuantioso gasto que pudieras llegar a tener.