
Si eres de los que busca una respuesta inmediata, los recuerdos y cotillones son opcionales. La “necesidad” de tenerlos en tu fiesta depende de muchos factores, como qué tipo de fiesta estás organizando, el tono de la celebración y tu propio presupuesto.
No es que los niños en las fiestas se vayan con las manos vacías si no les das un cotillón o un recuerdo. Después de todo, disfrutaron los juegos, las actividades, la comida y la experiencia de compartir con los invitados.
Pero después de toda esa diversión muchos niños (y bastantes más padres) pueden esperar algo más. Y claro que parece una buena idea dar algo tangible que les recuerde su experiencia en la fiesta.
Sin embargo, esto crea en los niños la imagen de que deben recibir algo siempre, lo cual es una idea perniciosa para ellos e incluso peligrosa para el medio ambiente. Te daré mis razones por las que pienso que los recuerdos y cotillones no son necesarios.
Razones para no dar recuerdos y cotillones
Fui una madre que daba recuerdos y cotillones siempre. Y ahora pido disculpas a todos los padres a los que envié ranitas de plástico, lentes sin cristales (también de plástico) y ese pequeño juguete que se deshizo al siguiente día en tu sala, y del que aún encuentras piezas al limpiar.
Están llenos de cosas inútiles

En este momento, en el cajón de mi hija hay tres bolsas de fiesta, sin abrir, llenas de pequeños animales, dulces y pequeños juguetes con LEDs. Supongo que es una buena manera de decir ‘Gracias por venir’, pero ¿no es eso para lo que sirve una nota de agradecimiento?
Ninguno de estos objetos es necesario. En muchos casos mi hija jamás jugará con ellos y en algunos meses lo más probable es que terminen en la basura. Entonces, ¿no es esto un gasto innecesario?
Ponen en peligro el medio ambiente
En una sociedad de usar y tirar solo puede haber algo peor; tirar algo sin haberlo usado nunca. Nuestros océanos se llenan con pequeños trozos de plástico producto de nuestras actividades, y que terminan en los alimentos marinos que consumimos.
Si continuamos con costumbres como regalar objetos inútiles cuyo destino es el vertedero (en el mejor de los casos), seguiremos incidiendo negativamente en toda la vida que nos rodea. Y en última instancia esto afectará nuestra propia salud.
Dan el mensaje equivocado a los niños

Los recuerdos y cotillones envían a los niños el mensaje de que cada celebración es una ocasión para obtener algo. Esto desvía el propósito de la fiesta, pues los invitados deberían esperar su propia celebración para recibir regalos y ser el centro de atención.
Para los que quieran seguir dando recuerdos y cotillones
Como esto se trata de una postura personal, no espero que todos los padres estén de acuerdo. Para aquellos padres que deseen seguir dando recuerdos y cotillones les ofrezco estas sugerencias para llenar las bolsas de regalos más duraderos y/o útiles.
- Certificados de regalo de alguna tienda de postres o helados.
- Pulseras de amistad hechas en casa.
- Libros de cuentos.
- Lápices de colores, crayolas o tizas.
- Libros para colorear.
- Pequeñas donaciones a una organización benéfica de la elección del niño.
- Burbujas recargables.
- Bocadillos caseros para el camino, como granola, panecillos o nueces mixtas.